Ladrones, ladrones everywhere (Privado por el momento) (No es +18 malpensados)

Está vez decidí ir al parque sola con Renamon, ya muchos en la ciudad estaban completamente familiarizados con lo que es un Digimon, así que ya no había necesidad de que Renamon estuviera oculta todo el tiempo, además... desde aquel día que nos unimos para hacer la forma de Sakuyamon... si no me hubiera disculpado ahora no estaría aquí, entendí que si tengo un problema puedo confiar en ella, aunque crea que no me puede ayudar, bueno, me está ayudando bastante con escucharme...

Le pedí a Renamon que me esperase en un banco mientras yo iba a comprar chocolates (Sí, creo que estoy volviendo a ser la misma de antes), ella sonrió y acató mi petición, mientras yo iba un joven (no pude distinguirlo bien) me quitó el celular y salió corriendo.

- ¡HEY, LADRÓN! ¡VUELVE ACÁ! - Exclamé a la vez que lo perseguía

Hoy me encontraba, como cualquier otro día, caminando de forma tan tranquila por el parque usando mi tipica chaqueta azul con verde, era mi favorita y el ultimo recuerdo que tengo de aquel orfanato donde pase cada año de mi infancia, unos años que a pesar de no haber tenido familia fueron bastante maravillosos pues en verdad me agradaba pasar el tiempo con mis amigos-Los extraño-murmuré mirando indiferentemente hacia al frente mientras seguía caminando, fue entonces cuando escuche una pequeña voz provenir de mi bolsillo por lo que saque de este mi digivice donde mantenía guardado y protegido a Lycan, mi Wanyamon-¿Que pasa, Maestro? ¿Estas triste?-me da un poco de cosa que me llame asi pero por mas que le digo no entiende-Ya te he dicho que me llames Rei, no es necesario el llamarme ''Maestro'' a cada rato-le comenté con una sonrisa pero sin cambiar mi mirada-¡Pero tu eres mi maestro, no tengo el derecho a llamarlo por su nombre, eso es una falta de respeto!-se quejó a lo que yo suspire-Bueno.. si asi te sientes bien por mi no hay problema-no lo iba a obligar a hacer algo que no quiere.

Despues volvi mi mirada al frente al escuchar el grito de una chica decir ''Hey Ladron! Vuelve acá!''-¿Que sucede? ¿Quien fue?-preguntó curioso mi digimon pero yo no le respondi, solo vi como un chico corría con algo en las manos mientras la chica intentaba detenerlo. Fruncí el ceño y guarde mi digivice en el bolsillo siguiendo al ladron a paso rapido para que no se me escapara de vista.

Llego un momento en el que el se separo ya de toda la multitud y se resguardo en un callejon observando el celular con una sonrisa satisfactoria por haber podido robarlo sin que nadie lo detuviera, eso me provocó una ira casi cegadora pero intente contenerme lo mas que pude hasta acercarme a el a sus espaldas-Oye tu..-llamé su atencion a lo que el volteo, al ver su rostro sin pensarlo dos veces le lancé un puñetazo que le quebró la nariz pues toda esa ira que había sentido se había acumulado en ese golpe-Personas como tu deberían estar en la carcel-dije mirandolo de reojo intentando seguir conteniendome, mire hacia a un lado mio y observe un alambre por lo que lo tome y le amarre los brazos con el fuertemente para que no pudiese zafarse y despues lo sente apoyado en la pared para que todo el mundo pudiera verlo con la nariz destrozada-Esto no es tuyo-dicho esto le quite el celular de la chica-Por aqui pasan muchos policias, tarde o temprano te veran, y aunque otro te ayude.. al menos tu orgullo te seguira doliendo-dije mirandolo de reojo para despues alejarme de el-Hasta nunca.

Despues de eso me dirigi de nuevo hacia el parque buscando a la chica que había sido victima de aquel robo hasta que finalmente pude avistarla por lo que me acerque a ella-¿Hola? Perdona.. ¿Esto es tuyo?-dicho esto saque de mi bolsillo el celular y se lo extendí para que lo viera y tomara.

El ladrón era mucho más rápido que yo, lo perdí rápidamente de vista y yo ya estaba bastante cansada, al darme cuenta de que por más que corriera no podría alcanzarlo, me resigne a que mi celular ya se había perdido para siempre, en fin...

- ¿Estás bien? - Me preguntó alguien mientras colocaba su mano en su hombro, miré al dueño de esa mano por encima del hombro, al ver que se trataba de Renamon asentí sonriente - No te ves tan bien... - Comentó algo preocupaba al ver como no dejaba de jadear
- No te preocupes - Le respondí restando importancia con un ademán de mano - Vamos por un helado - Sugerí sonriente
- Creí que querías cho...
- ¡Helado dije! - Dije en un tono de enojo completamente fingido, a lo que Renamon comenzó a reír por lo bajo ante mi broma, cosa que me alegró bastante

Cuando el vendedor de helados me vio llegar con Renamon, lo escuché musitar algo como "Debo dejar el helado de chocolate", a lo que yo y Renamon soltamos una pequeña risita, sin más, el heladero nos dio un helado de fresa y otro de chocolate, di el dinero al vendedor y me dejé caer aliviada sobre el banco, mientras comía el helado de chocolate me detuve a pensar en que... bueno, ojala nadie me llame por un tiempo...

- Creí que no me ibas a ocultar nada más - Comentó de pronto mi Digimon, me reí por lo bajo y comencé a contarle lo que había pasado mientras ella me esperaba - ¿Y por qué no me llamaste? - Respondió seriamente
- Por qué dijimos que sería un día libre de todo y todos, ¿No?, sólo tú y yo - Contesté alegre mientras la abrazaba

De pronto escuché que una voz masculina me hablaba, a lo que solté a Renamon para poder prestar atención a lo que quisiera decirme.

- ¡Sí, es mío! - Dije alegremente a la vez que tomaba mi celular - ¡Muchas gracias, de verdad! No sé si hay algo que pueda hacer por ti...

No pude evitar sentirme bien conmigo mismo cuando la chica de larga, esponjada y rubia cabellera formaba esa sonrisa tan emocionada en su rostro dandome a saber mediante sus propias palabras que ese celular, en efecto, si era de su propiedad por lo que lo tomó sin pensarlo dos veces, sonreí cuando ella me agradeció por regresarselo y a parte me preguntó si podía hacer algo por mi-Descuida, lo hice por voluntad propia-le explique, no necesitaba un favor ni nada parecido, con verla feliz era el mejor premio pues me hacía sentir bien, que hice algo por alguien.

Desvíe mi mirada un poco para luego observar sorprendido que justo detras de la chica se encontraba una chica zorro mirandome con seriedad, ¿Sera una persona disfrazada? La verdad es que lo dudo mucho, su pelaje parece bastante real, ademas de que relucía bastante bien con el brillo del sol-¿Es amiga tuya?-le pregunté con una sonrisa a la chica de cabello rubio-Se puede saber si es un humano.. o alguna otra criatura?-mis sospechas me decían que eso era un digimon pero para estar seguro preferi preguntarselo para ver que me respondía, si esa criatura si era una chica con disfraz.. entonces espero que no se haya sentido ofendida con mi comentario.

Él me explicó que lo hizo por completa voluntad propia, solo sonreí y volví a agradecer su gesto, pues sabía que ese tipo de personas por más que les ofrecieras algo no aceptaría, pero dejando ese lado, me alegraba mucho que mi celular haya vuelto, todo gracias a ese joven de cabello blanco y ojos... errr... no distingo bien el color...

- ¿Es amiga tuya? - Me preguntó de pronto aquel joven, me confundió un poco su pregunta, pero después entendí que se refería a Renamon, yo asentí y luego miré a Renamon por encima del hombro... ella es siempre tan desconfiada con los desconocidos... no pude evitar suspirar ante este pensamiento - ¿Se puede saber si es un humano.. o alguna otra criatura? - Yo volteé nuevamente mi mirada hacia el chico y asentí
- Es un Digimon, Renamon - Respondí - Normalmente no salimos juntas pero... últimamente muchos en la ciudad tienen Digimon reales, además, ya casi todos están familiarizados con lo que es un Digimon así que pensé "Bueno, si salimos juntas no hay problema" - Expliqué sonriente, esperando su reacción

Al ver que ella no dudó ni un momento en decirme la verdad me dio por entender que ella no ocultaba nada, no se sentía culpable de nada, son aclaraciones que me hacen entender cuando una persona es de un bando bueno o del malo, por suerte ella parecía ser del primero, tambien me confirmó que efectivamente el zorro humano que la acompañaba era un digimon, Renamon, y me explico el porque de mantenerla a la vista de todos sin preocupación alguna lo que me hizo quedarme algo serio pero cuando me vi la oportunidad de hablar sonreí levemente-Ah, con que si es un digimon, la verdad es que me lo suponía-dicho esto voltee a ver a la Renamon-Mucho gusto, Renamon-volvi mi mirada hacia la chica rubia-Permiteme presentarme, yo soy Akise Rei, y..-metí mi mano en el bolsillo de mi chaqueta y de ella saque un pequeño aparato de color azul con blanco, mi digivice-..tambien soy un Tamer como tu-sonreí al tiempo que aplanaba un boton y encendía mi digivice mostrando en la pantalla a mi pequeño compañero-El es Lycan, es un Wanyamon-Lycan no habló, se quedo perplejo mirando los rostros de la chica y de su digimon pues no es muy comun que yo le enseñe mi digimon a otras personas, suelo mantenerlo en secreto tanto a el como la existencia de los digimon-y dime.. ¿Puedo saber tu nombre?-sonreí de forma amigable.

- Ah, con que si es un digimon, la verdad es que me lo suponía - Me respondió y luego volteó a ver a Renamon - Mucho gusto, Renamon - No pude evitar dirigir mi mirada hacia ella, Renamon parecía haber correspondido a aquella formalidad con un ademán y una sonrisa, echo que me hizo sonreír a mí también - Permiteme presentarme, - Tras estas palabras volví a dirigir mi mirada hacia el chico de pelo blanco, y, ahora que por fin puedo observar mejor, ojos rojos, pero estos no eran atemorizantes como los de Lloyd - yo soy Akise Rei, y... - Mientras decía ésto dirigió su mano hacia el bolsillo y sacó lo que parecía ser un Digivice, demasiado diferente al mío, pero en fin - ..tambien soy un Tamer como tu - Concluyó su frase y presionó un botón en su Digivice, en la pantalla apareció una criatura, quien parecía ser un Digimon al que no había visto jamás - El es Lycan, es un Wanyamon
— ¡Hola Lycan! Mucho gusto — Saludé alegremente pero el digimon no pareció responderme
— y dime.. ¿Puedo saber tu nombre?
— Ah sí, perdona mis modales — Dije con una sonrisa nerviosa, había olvidado por completo presentarme — Lucía C. Lerma — Dios, adoro lo elegante que suena dicho así — Pero puedes decirme Lucy si quieres, normalmente mis amigos me dicen así — Comenté